lunes, 22 de noviembre de 2010

Hidalgo Álvar Núñez

“A Álvar Núñez Cabeza de Vaca. Homenaje de la Administración General de Parques Nacionales y Turismo, a la memoria del descubridor de estas Cataratas. Don Álvar Núñez Cabeza de Vaca, quien tras cruentas luchas con la naturaleza y lo ignoto, en su temerario viaje desde las selvas brasileñas atlánticas, en busca de una vía al Río de la Plata, descubrió esta maravilla del mundo en el año 1541.” Así dice el rótulo de la placa conmemorativa que se encuentra al pie de las cataratas del Iguazú, descubiertas por este célebre conquistador. Nació en Jerez de la Frontera, en el año 1492, en el seno de una familia puramente hidalga. Huérfano de padre y madre y nieto de uno de los conquistadores de la isla de Gran Canaria, pronto descubrió que la sangre que corría por sus venas, además de ser puramente de su tierra, era tan intrépida como atrevida, al menos lo suficiente para afrontar su primera expedición a las Américas en 1527, capitaneada por el Gobernador Pánfilo de Narváez, integrada por 300 hombres, que tenía como finalidad la búsqueda de oro en territorio americano.

Dicha expedición llegó a la bahía de Tampa hacia abril de 1528. Fueron muriendo muchos de los integrantes de este grupo, convirtiéndose el jerezano en jefe de estos conquistadores. El grupo fue capturado en una de aquellas tropicales islas, logrando en 1535 y tras seis años de cautiverio, escapar junto a tres de sus compañeros: Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y Estebánico, siendo éste último el primer hombre nacido en África en pisar el territorio “estadounidense”.

Por temor a los aborígenes de la costa, remontaron el río Grande o Bravo, en vez de dirigirse al asentamiento español de Pánuco. Durante el viaje hacia el noroeste de México, ejercieron de curanderos, extrayendo Cabeza de Vaca la punta de una flecha que un indígena tenía clavada cerca del corazón, ganándose así los favores y gentilezas del pueblo y tribus indígenas. Así pues, y con la intención de regresar a la Nueva España, realizaron varias expediciones en busca de alguna ruta posible, restableciendo el contacto con un equipo español de exploradores, a orillas del río Sinaloa en el año 1536, a pocas leguas de Culiacán, asentamiento español.

En su regreso a España, Cabeza de Vaca recogió aquellas vivencias en la narración Naufragios, que contiene los primeros apuntes etnográficos sobre las poblaciones indígenas del golfo de México. En 1537 pisa por fin suelo español, otorgándosele el título de Segundo Adelantado del Río de la Plata. Tras pasar tres años, a finales de 1540, vuelve a partir tomando rumbo, de nuevo, al continente americano. Llega a la isla de Santa Catalina, desde la cual inicia un viaje por tierra con el propósito de llegar a la villa y fuerte de Asunción del Paraguay, sede de la gobernación del Río de la Plata cruzando a través de selvas, ríos y montañas, siendo el descubridor de las cataratas del Iguazú y primer europeo en contemplarlas.

Alentados por Domingo Martínez de Irala, los capitanes y colonos españoles maltrataban a los indígenas en busca de quiméricos y mitológicos tesoros. Así, en 1544, tras estallar una sublevación, Cabeza de Vaca es acusado de abusos de poder al exigir el cumplimiento de las Leyes de Indias. El Consejo de Indias le desterró a Orán en 1545. Es incierto que llegara a cumplir esta condena, pues Cabeza de Vaca recurrió la sentencia y siguió peleando por su honor. Los últimos años de su vida son también una incógnita, al igual que su fallecimiento que se produjo hacia el año 1560, en Sevilla o Jerez de la Frontera.

Lo que sí podemos afirmar es que éste intrépido explorador siempre permanecerá en la memoria de su tierra natal, la cual le reserva para siempre un monumento eterno por su eterno valor, en una medieval y vegetal muralla rodeada de cipreses, en el legendario barrio de un legendario apóstol, en un marco de gitano porte y señorial estampa, en una Calle Ancha, descansa en paz Álvar Núñez Cabeza de Vaca.

1 comentario:

  1. Con la cantidad de veces que he pasado por delante de ese monumento y no saber quién era realmente ese tal "Cabeza de Vaca". Muy buen trabajo de investigación. Esta es una labor muy importante para conocer mejor los personajes de nuestra historia, y sobre todo de nuestra ciudad. Mucho ánimo y ¡felicidades por el artículo!

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